Navegar con un kayak es un deporte de aventura que permite dificultades muy dispares. Podemos practicarlo tranquilamente en un cuerpo de agua tranquilo sin embarcaciones a motor, como un lago o un embalse, o lanzarnos a gran velocidad en un río de aguas bravas esquivando rocas.
Como dificultad media, tendríamos el kayak en el mar con aguas relativamente tranquilas o en ríos que den poca velocidad y no tengan obstáculos. El lugar donde decidamos realizar esta actividad dependerá de nuestro grado de experiencia remando en este tipo de piragua. Este artículo está principalmente pensado para principiantes.
Si es nuestra primera vez, seguramente alquilaremos un kayak o alguien nos dejará el suyo. Si vemos que este deporte de aventura nos gusta mucho y pensamos practicarlo más veces, lo ideal sería comprar uno. Un kayak hinchable es probablemente la mejor opción para empezar, ya que son más fáciles de transportar (caben en el maletero del coche y puede llevarlos una sola persona), pesan menos y ocupan menos espacio a la hora de almacenarlos.
A diferencia del rafting, en el cual suben varias personas a una embarcación que va río abajo, los kayaks pueden ser individuales o para dos personas. Estos últimos son más rápidos y, lógicamente, más ágiles.
A continuación exploraremos unas pautas importantes para saber cómo empezar a practicar esta actividad. Por seguridad, recomendamos no salir a navegar en solitario (especialmente si somos nuevos en esto), llevar la ropa adecuada según la temperatura ambiental y del agua y no alejarnos demasiado de la costa.
Ajustando el kayak
Un kayak bien ajustado resultará más estable y cómodo a la hora de remar. Ajústalo mientras la piragua esté en suelo seco y fíjate en tres puntos de contacto:
- Aprieta el trasero firmemente contra el respaldo del asiento. Si tu kayak te permite ajustar el ángulo del asiento o el respaldo, haz lo que te resulte más cómodo. Sin embargo, para mantener el equilibrio y el control, debes sentarte más erguido.
- Coloca las puntas de los pies sobre las estriberas; después verifica si puedes flexionar ligeramente las rodillas. La mayoría de los reposapiés se ajustan inclinándolos y deslizándolos para preestablecer puntos de parada. A menudo es más fácil salir de la piragua para deslizar las clavijas.
- Asegúrate de que tus rodillas dobladas estén en contacto firme con cada lado del kayak. Esto te ayuda a controlar el movimiento de lado a lado de la piragua mientras remas. Su ajuste debe ser ceñido, pero no tanto como para que te impida salir si vuelcas.
Cómo sujetar la pala y remar
Empieza agarrando el remo del kayak con ambas manos y centra el eje de la pala por encima de tu cabeza. Tus manos estarán en la posición inicial adecuada cuando tus codos estén doblados en un ángulo de 90 grados. Ahora baja el remo y oriéntalo como indicamos a continuación:
- Asegúrate de que las palas del remo estén alineadas entre sí. Si no es el caso, tendrás que ajustarlas correctamente.
- Observa cada pala y asegúrate de que el borde más largo esté en la parte superior. Esta es la posición correcta para conseguir que se muevan de manera suave y eficiente a través del agua (si son uniformes, nos valdrá cualquier posición).
- Los lados recortados de las palas del remo deben estar hacia ti: la curvatura de la cuchilla es sutil, así que obsérvalo de cerca.
- Relaja la sujeción. Haz una “O” con el pulgar y el índice y después coloca los otros dedos suavemente sobre el eje. Agarrar el remo con fuerza es innecesario y hace que las manos se cansen más rápidamente.
- Y por último… ¡a pasarlo bien!