Ya estamos en pleno verano y las ganas de salir, ir de vacaciones o hacer deporte al aire libre son muchas, especialmente después de los meses de confinamiento. Todos los que somos físicamente activos estamos locos por salir a correr, coger la bicicleta o practicar nuestros deportes de aventura favoritos, pero en verano y con este calor, debemos dar mucha importancia a la hidratación durante la práctica del deporte.
¿Cuánta agua debemos beber?
Si nos despistamos un poco a la hora de hidratarnos, podemos sufrir insolaciones o golpes de calor (que, mucho ojo, pueden llegar a ser incluso mortales). Si estamos haciendo alguna actividad física en el exterior y hace mucho calor, necesitaremos 1 litro de agua para una hora, 2 litros si estamos dos horas y todavía más cantidad si vamos a estar más tiempo.
¿De dónde sacamos el agua?
En caso de que salgamos a hacer running, senderismo o ciclismo y sepamos que encontraremos varias fuentes durante nuestro recorrido, ya podemos tener solucionado el problema (¡aunque muchas veces el agua de las fuentes estará caliente!). Si no es así, es imprescindible que llevemos agua con nosotros.
Cuando salimos en bici, ya sea por carretera o por la montaña, podemos llevar el típico bidón de agua, aunque con las altas temperaturas del verano se hace del todo insuficiente, especialmente si tenemos una bicicleta eléctrica porque suelen tener menos espacio para el bidón.
La mejor opción para hidratarnos
Para estos casos (y también para otros actividades físicas como el senderismo) resultan muy útiles las mochilas de hidratación. Además de tener una capacidad de 6-17L para llevar otras cosas, estas mochilas cuentan con unas bolsas de agua de hasta 3 litros, asegurándonos así una correcta hidratación durante varias horas.
Aparte de la ventaja obvia de llevar más líquido con nosotros, las mochilas de hidratación conservan el agua fría durante más tiempo que los bidones, pudiendo mantenerla fresca hasta 3 horas incluso en pleno verano. Y es que no hay nada más desagradable que tener mucho calor, estar sediento y beber agua caliente, ¿verdad?
Qué mochila de hidratación escoger
Tenemos varias opciones en el mercado, dependiendo del uso que vayamos a darle (principalmente, el deporte que practicaremos con ella y durante cuánto rato). Por ejemplo, si nuestra intención es hacer salidas en bicicleta de un par de horas, tendremos suficiente con las mochilas más pequeñas, que cuentan con una capacidad de 6-9L para transportar objetos y de 2L para la bebida.
Si, en cambio, pretendemos hacer rutas muy largas y llevar más cosas con nosotros, tendremos que decidirnos por una mochila más grande, con 15L o más de espacio y 2,5-3L para la preciada agua.
También hay que considerar si durante nuestro recorrido esperamos tener la oportunidad de rellenar el bidón o la bolsa de la mochila, ya sea en fuentes o comprando agua en algún bar.
De una manera u otra, tenemos que asegurarnos de mantener un nivel de hidratación adecuado durante los meses de verano. Hay que beber pocas cantidades, pero muy a menudo. Si nos descuidamos y se nos pasa el tiempo, podría ser ya tarde para evitar una insolación o un golpe de calor.
¡Disfrutemos todos/as del deporte al aire libre, pero con nuestra salud siempre en mente!