Preparados, listos… A estas alturas del año, la mayoría de las estaciones de esquí están calentando para poder abrir sus pistas e ir recibiendo, a goteo, a todos aquellos que puedan y quieran acudir a practicar este deporte que cuenta cada vez con más adeptos.
Pero no sólo en España, en nuestra vecina Andorra, Grandvalira ya ha anunciado la fecha de apertura de la estación, si bien es cierto que serán las Navidades el primer período vacacional que permitirá estrenar temporada a muchos de los esquiadores.
El esquí, un deporte en familia o en solitario que mueve millones
Sí, porque el esquí es mucho más que un deporte. Es un viaje, un estilo de vida y una experiencia, en muchos casos, que se realiza en grupos de amigos o familia. Aunque, también es cierto, existen muchas personas que lo hacen en solitario y esto representa una ventaja en tiempos de pandemia, donde los contactos y las reuniones sociales tienen que reducirse.
El turismo de invierno siempre es un aliciente tanto para las estaciones de esquí como para las ciudades que se encuentran alrededor y todas las actividades relacionadas con este deporte.
Según se hacía eco Expansión esta semana, el sector en España habría tenido 118 millones de euros de ingresos en la temporada pasada, ligeramente más bajos que el año precedente.
Este pequeño desajuste, de casi 4 millones, está vinculado, probablemente, y directamente a la emergencia sanitaria.
Conviene indicar que, cuando se cerraron las ciudades y comenzaba el confinamiento, aún no se había terminado la temporada y la mayoría de las reservas se vieron obligadas, primero a posponerse y, después, a cancelarse al no tener claro que se pudiese concluir la temporada con normalidad.
Adaptación de las estaciones a la nueva situación y sus medidas
A las puertas de la entrada de esta temporada, si se echa la vista atrás, probablemente, cuando se cerraba accidentalmente 2019 -2020 el sector no imaginaba que el mismo panorama iba a seguir durante el inicio de la temporada de 2020 -2021.
Por fortuna, hay una diferencia y esta es la relacionada con el tiempo de maniobra (aunque no tanto como se hubiese querido) para poder adaptar las instalaciones de muchas estaciones a las exigencias marcadas por el COVID. Al menos a las más comunes, ya que las recomendaciones van cambiando a la misma vez que se descubren aspectos nuevos de esta enfermedad.
Hay que tener en cuenta, además, que este deporte sucede al aire libre y en espacios amplios por lo que la seguridad es mucho mayor que cualquier otro.
Grandvalira presentaba sus medidas anti – COVID ya a finales de octubre para que todas las personas tuviesen toda la información necesaria para efectuar sus reservas.
Algunas de estas medidas son:
La realización de tests al personal de la estación regularmente
Uso de mascarilla en las zonas comunes
No hay limitación de aforo en pistas, pero se garantizará la distancia social
Aforo limitado en restaurantes
Protocolo especial para la Escuela de Esquí y Snowboard para clases seguras
Dispensadores de gel hidroalcohólico en las zonas de contacto con superficies (telesilla, restaurantes, etc.)
Además de estas, hay otras muchas medidas que se han puesto en marcha y que el visitante puede comprobar en la página web de la estación para tener más información y viajar tranquilo.
Grandvalira, una estación completa
Grandvalira es una de las estaciones más frecuentadas a lo largo del año y es sede de grandes eventos y actividades organizadas para toda la familia.
Cuenta con pistas para que los más pequeños puedan iniciarse en el mundo del esquí, acompañados de sus padres, así como clases para todos los niveles. En este sentido, es importante aprender bien y no arrastrar errores de técnica que puedan provocar caídas malas a futuro.
Por este motivo, la escuela tiene distintos packs para aquellos que necesiten solo perfeccionar.
Y, para los más experimentados y amantes del snow y freestyle ski, Grandvalira cuenta hasta con tres snowparks. Uno de ellos, es nocturno, el único de Europa, y representa una experiencia sin igual para los que lo prueban.
Para después del esquí, la estación cuenta con distintos restaurantes, bares y actividades que se organizan, a veces, incluso espontáneamente.
Conviene destacar que el esquí hace equipo y hay muy buen ambiente entre la gente, tanto durante la práctica como en los ratos de después, por lo que la diversión está asegurada.
Igualmente, además de todas las pistas, actividades e instalaciones relacionadas con el esquí, este entorno ofrece también multitud de opciones de turismo natural, por sus paisajes y vistas.
Andorra, el país de los Pirineos, es una joya por descubrir, ya que muchas personas se limitan solo a ir a las estaciones de esquí y poco más.
La experiencia se puede multiplicar conociendo el entorno, hablando con su gente, visitando los monumentos que existen, los museos o comprando productos autóctonos que no se pueden encontrar en otro sitio.